Home » Alopecia » Trasplante capilar para la alopecia femenina
El símbolo más preciado de las mujeres es su cabello. Por eso el perderlo, es un duro golpe que puede desembocar incluso en un trauma psicológico.
Afortunadamente, en la actualidad existe la opción de darle marcha atrás a la alopecia femenina, con técnicas de trasplante capilar que se aplican en hombres.
En el mercado de los injertos capilares existen dos técnicas populares, la FUE (Extracción individual de folículos) y la FUSS (o técnica de la tira).
Ambas son efectivas para tratar la alopecia, pero tienen marcadas diferencias.
La FUSS es cuando se retira de manera quirúrgica una fina banda de piel con varios injertos, que luego serán colocados en el área a tratar.
Con la FUE, se extraen varios injertos con ayuda de un instrumento que luego son trasplantados en la zona a tratar.
La técnica FUE es la que más se recomienda al momento de tratar la alopecia femenina, pero no por eso la FUSS es descartable.
Si bien, uno de los requerimientos de este método es rapar la zona donante para poder extraer los injertos capilares, esto a veces suele ser rechazado por las damas, debido a que se niegan a raparse.
Los especialistas entonces realizan una especie de rapado llamado quid, que puede ser fácilmente ocultado por el cabello de más arriba, y así poder proceder a extraer los implantes.
Pero esto solo puede hacerse cuando el experto asegura que los injertos obtenidos en la zona puede cubrir la parte que se tratará.
Por ejemplo, si la mujer sufre de un grado de alopecia muy grande, el cabello que tiene es de muy poca calidad y por ende no alcanza para disimular las zonas rapadas.
Es importante que el especialista informe a la paciente sobre esto.
En caso de que no se rasure completamente y se opte por las “cortinillas” de pelo, la adquisición de unidades foliculares se reduce considerablemente.
No hay técnica mejor que la otra, ya que ambas tratan la alopecia de forma extraordinaria.
La diferencia está en la forma de extracción de folículos y como se injertan. Además, el postoperatorio con la FUE es menos extenso que con la FUSS. Al igual que el trauma generado en el cuero cabelludo.
Teniendo esto en cuenta, la respuesta a la pregunta es que ambas técnicas pueden ser usadas en las mujeres que sufren de alopecia. Solo se debe consultar con la paciente los pormenores de cada una, y el cambio que un trasplante puede darle a su rutina y estilo de vida, por lo menos hasta que se logren ver los resultados.
Es decir las limitaciones que tienen ambas técnicas en las mujeres son meramente estéticas. Además que los tintes, secados, planchados y lavados con productos químicos deben ser suspendidos durante más de un mes.
Son casos muy excepcionales que las mujeres sufran algún tipo de contraindicación que impida el trasplante capilar.
Sin embargo, el injerto capilar no está recomendado cuando la alopecia es a causa de algún tipo de enfermedad inflamatoria del cuerpo cabelludo como el lupus, el liquen o la alopecia frontal fibrosante.
En caso de que la alopecia diagnosticada sea areata, la causada por estrés o factores emocionales, tampoco se aplica, ya que usualmente el cabello vuelve a crecer.